Tuve la mala suerte de que en recepción me atendiera Jose. Me dieron una habitación orientada al oeste, sin persisna, con una cristalera de 2 m por 1 de alto. La habitación por la tarde era una sauna. Se lo dije al sr. Jose , pero me contesto que por la noche refrescaria, Jajajajaja.
Al dia siguiente me atendió la sra. Esperanza, todo fue distinto, parecia que hsbia cambiado de hotel. Una persona encantadora, dispuesta a complacer al cliente, un diez para ella.
No obstante el hotel tiene muchas deficiencias. La bañera y el cuarto de baño en general no lo reforman desde que se construyó el hotel. El desayuno comienza a las 8.30, para los que vamos haciendo el camino, es un despropósito.
Mi valoración es pesima. Lo salva Esperanza y la otra señorita que está en recepción.