Era mi primera vez en pucallpa y quede mas que sorprendida. El hotel es simplemente un pequeño paraiso de selva, queda en la misma laguna y tiene una extension muy considerable. Me encanto la habitacion mata mata, con una vista impresionante de la laguna y terraza privada, definitivamwnte muy acogedora. Asimismo, el personal del hotel es muy calido y amable, siempre te ayudaban con una sonrisa desde el servicio de alimentacion hasta la ayuda con los deportes acuaticos. Inclusive nos mostraron al mas adorable osito perezoso, el cual pude acariciar, toda una experiencia! Definitivamente se siente una paz y un relax increible. Recomiendo totalmente este hotel,no se arrepentiran.
Gracias jene shobo!