Un Hostal en condiciones super acogedor con baños limpios, camas confortables, duchas calientes y un anfitrión atento en todo momento que súpo responder a nuestras necesidades en todo momento. Pasamos un muy buen momento en el hostal Valle del fuego, y el desayuno espectacular por un precio de 10 soles, con pán, queso, jamón, aguacate, jugo natural, té, café, huevos etc. 100% recomendable .
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El hostal es bonito, pequeño y acogedor. Mil mantas en tus camas. Agua caliente. Yamil, el dueño, es de lo mejor que he conocido en todo Perú. Siempre preparado para darte indicaciones de buses, horarios, rutas de senderismo, donde comer, absolutamente todo. Y muy buenas conversaciones con él. Tiene vistas a las montañas. Hermoso lugar donde quedarse viajando solo o en compañía!
Cuando fui su restaurante no estaba operativo pero en caso de estarlo la estancia habría sido más que excepcional!
Dormi 4 noches en el Hostal Valle del Fuego, Conocer a Yamil, el dueño, fue una experiencia muy loca!, nos dio una buena información, rica pizza, buen pisco y lo mejor si viajas sola el te atenderá espectacularmente. Importante: no confiar en las personas que esperan el bus en la Plaza de Armas, mejor buscar el letrero del Hostal Valle del Fuego y preguntar por Yamil y economizarás mucho dinero y la pasaras bien.
La habitaciòn muy econòmica y la comida espectacular! Yamil, el dueño, me dio todas las atenciones personales para caminar y recorrer sola! Y si quieres convensar mucho y con mucho pisco sour por la noche te sorprenderà!
Lo mejor de Cabanaconde el mítico Valle del Fuego. Su desayuno, su habitación con vista a la montaña. Conocer al dueño Yamil fue muy interesante. Para una chica sola es muy recomendable, si estás sola Yamil te atenderá muy bien y te enseñará a preparar su famoso pisco sour. (También puedes beber un rico expresso o capuchino)
Lo mejor de todo su ubicación, cerca de la plaza y del camino al Cañón del Cola.
Nos alojamos dos noches y guardamos y grato recuerdo.
La habitación era completamente interior, no tenía ninguna ventana y por la noche hacía bastante frío. Aunque la cama está provista de buenas mantas y duermes bien tapado, no hubiese estado mal un radiador.
Pero lo mejor del hostal, que tiene un aspecto rústico y en su conjunto es muy agradable, es su propietario, Yamil. Nos aconsejó sobre actividades a realizar y estuvo siempre pendientes de nosotros. Además, las dos noches que estuvimos alojados tuvimos unas divertidas e interesantes conversaciones con él. Es una persona muy auténtica, agradable y divertida. Y prepara unos desayunos muy ricos y apropiados para pasarte el día haciendo trekkings y otras actividades que ofrece el cañón.
Sin duda, Yamil nos dejó un muy buen recuerdo y nos atendió de maravilla. Un alojamiento ideal (y a buen precio) para pasar tus días en el Colca. Justo al lado del hostal empieza el camino que baja hasta el oasis del cañón.
