Localización: 700m de la playa. Un paseo agradable, no se hace largo.
Instalaciones: no son modernas pero sí son correctas. La cama es grande y cómoda, nos tocó una habitación con una terraza impresionante que daba mucho juego. El baño es normal. Todo muy limpio.
Destacar como negativo que la tele se veía mal, como si la señal de la antena fuese escasa.
Personal: el punto más fuerte del hotel: es una familia que se desvive para que estés muy a gusto...
Desayuno: es un buffet, se esfuerzan en adaptar el desayuno al diferente tipo de clientes que tienen ofreciendo variedad de cosas. Como parte del desayuno negativa pondríamos el horario puesto que empieza algo tarde (8.30) lo cual te limita si quieres salir temprano a hacer alguna visita.