Sólo puedo decir que ha sido un gran descubrimiento este alojamiento. Ya cuando entras notas su gran amabilidad y te hacen sentir como uno más de la “familia” que conforman todos los empleados. Muchas gracias a Enrique, Isabel y Arantxa por vuestro cariño durante los 15 días que nos hemos alojado, qué decir de la comida, mucho mejor que alojamientos con mayores categorías asignadas. El desayuno es muy completo café, infusión o cola cao, tostadas con mantequilla, mermeladas y tomate natural triturado, bollería casera y zumo de naranja natural nada de bote o de briks como te ponen en otros alojamientos. Durante al mediodía tienen menú a la hora de la comida que incluye primero, segundo, postre y café con bebida incluida. Toda la comida es casera y está buenísima. En relación a la habitación, muy espaciosa y súper tranquila con todas las comodidades posibles. Sin duda un gran descubrimiento que recomiendo a todo el mundo que vaya a Camariñas, sin duda volveremos. Somos los Joses.