Una buena opción para ir en familia. Tomamos una habitación cuádruple muy limpia y con un baño impecable.
El desayuno es buffet con frutas, yogurt, cafe, huevo pan, queso, jamón y algunas preparaciones dulces.
La atención del personal es muy grata, siempre dispuestos a orientarte y entregar ayuda.
A las habitaciones del primer piso se puede llegar en sillas de ruedas por si alguien lo necesita, pero debería dar aviso al hacer la reserva para quedar en esas habitaciones, ya que las del segundo piso hay que subir por la escalera.
Posee un pequeño jardín con sombrillas donde pasar un rato conversando con la familia o amigos.
Lo único que extrañé fue que la habitación que me tocó tuviera aire acondicionado, eso sí, tenía un ventilador.
Lo otro que no me agrado del todo es que por momento colocaban música por el pasillo demasiado fuerte, de tal modo que se escuchaba en las habitaciones, lo que puede ser molesto para quien desee descansar o no le guste el tipo de música. Quizá deberían reservar la música ambiental solo para el comedor, con un estilo no tan popular (reagetón y bachata) y colocar algo más relajante.
Pero en suma es un lugar muy agradable y recomendable 100%