Decir que Suecia es como de cuento de hadas no es exagerado: los palacios deslumbran, los bosques boreales están repletos de hongos y frutos rojos y la mágica Laponia ofrece tanto un famoso hotel de hielo como el sol de medianoche en verano. Suecia, que se extiende desde el sur del Báltico hasta el círculo ártico, también cuenta con un canal épico, casi 100 000 lagos y un pueblo medieval rodeado de muros denominado “la ciudad de las rosas y las ruinas”. Estocolmo no se queda atrás, con sus pintorescas calles adoquinadas delineadas por casas de mercaderes con colores brillantes y un archipiélago ideal para hacer un recorrido de islas. Necesitarás mucha energía para explorar, pero no te preocupes: este es un país que tiene su propia palabra para la pausa para tomar café (fika).