Los viajes de carretera son fundamentales para la vida de los estadounidenses por un motivo: en un país tan grande y repleto de maravillas, es difícil quedarse quieto en un solo lugar. Además, el viaje es parte de la diversión si aprovechas la costa rocosa de California en la autopista Pacific Coast Highway, el follaje otoñal de Nueva Inglaterra en la Ruta 1 o las montañas color púrpura de Blue Ridge Parkway. O tal vez te propongas la misión de descubrir la mejor comida del país (la pizza de masa gruesa de Chicago es una buena forma de empezar), la mejor música (jazz en las esquinas en Nueva Orleans o música country estilo honky-tonk en Nashville) o las mejores aventuras al aire libre (al Gran Cañón se le dice “gran” por algo). Incluso si solo quieres relajarte (¡hola, playas de Florida!), que no te sorprenda si sientes la necesidad de seguir explorando todo lo que Estados Unidos tiene para ofrecer.